El exministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza, cuestionó públicamente el plan económico del Gobierno nacional y advirtió sobre inconsistencias en las políticas oficiales. A través de sus redes sociales, el economista reformuló el eslogan libertario “Todo marcha acorde al plan”, al afirmar que “quizás reconocer que no todo marcha acorde al plan sea más estabilizador que insistir en lo contrario”.
Lacunza, actual vicepresidente de Racing Club y titular de la consultora Empiria, evaluó la estrategia económica del Gobierno con una mirada crítica pero técnica.
Según su análisis, el Ejecutivo combina medidas contractivas y expansivas de manera aleatoria, lo que calificó como un enfoque “desconcertante”.
En su diagnóstico, el exfuncionario detalló una serie de intervenciones del Banco Central que, a su juicio, contradicen las premisas oficiales de no intervenir en el mercado y evitar la emisión monetaria. Mencionó, entre otras, la suba de encajes, integración con títulos públicos, venta de dólares futuros, licitaciones fuera de programa y transferencias de utilidades del BCRA al Tesoro.
“El camino parece aleatorio”, sostuvo, y agregó que el esquema actual responde a un “mix” de medidas con señales contradictorias. En esa línea, señaló que la flotación del tipo de cambio “es administrada” y que la emisión monetaria “no es cero”, debido a que “la demanda de dinero sube por estabilización”.
Sobre la relación entre dólar e inflación, Lacunza advirtió que el traslado a precios “es menor, pero no nulo”. “En caso contrario, el techo de la banda cambiaria sería innecesario”, explicó.
Pese a las críticas, el economista aclaró que la situación actual “no es nada grave” y descartó un escenario de crisis. “No habrá ninguna explosión”, afirmó, y sostuvo que el efecto del tipo de cambio sobre los precios es controlable.
En relación a la herencia económica del Frente de Todos, Lacunza señaló que el Gobierno libertario recibió un escenario complejo, pero matizó: “Respecto al desquicio heredado, apenas una sintonía fina”.
Finalmente, consideró que una autocrítica pública por parte del oficialismo podría ser beneficiosa: “Despertará expectativas de medidas correctivas y bajará la tensión”. Y concluyó con una advertencia sobre el impacto de la política monetaria actual: “Está claro que la tasa en 70% no será gratuita en términos de producción, consumo y empleo”.
Fuente: Noticias Argentinas